Sería difícil explicar lo que disfrutamos este verano. Pero solo hace falta un ingrediente para que todo salga bien: la familia. La boda de Oscar y el bautizo de Ana y las cenas que tuvieron como anfitriones al primo Manolo y a Maite fueron maravillosas. Lo hemos pasado en grande primos. Creo que lo único que nos queda por afinar es la intendencia musical, una vez lo consigamos habrá mucha "agüita amarilla". Besos para todos.
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